En los últimos años somos testigos del avance desmesurado y descontrolado de la ganadería industrial en España, que está contribuyendo a serios impactos ambientales, económicos, demográficos y de salud pública en la España rural. Estamos a tiempo de evitar consecuencias aún más dramáticas e irreversibles, pero para ello hacen falta urgentemente acciones valientes y contundentes basadas en las siguientes evidencias:
• La ganadería industrial es el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero, superando el límite legal de emisiones tóxicas de amoniaco, siendo la responsable del 94% de emisiones en 2020 (CONTAMINACIÓN AIRE)
• La ganadería industrial es responsable de la contaminación media por nitratos de las aguas subterráneas que en sólo cuatro años ha aumentado un 51.5%. Recientemente la Comisión Europea ha llevado a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por la deficiente aplicación de la Directiva de Nitratos (CONTAMINACIÓN AGUA)
• La ganadería industrial, debido a su alta mecanización, no fija población en el medio rural y además contribuye a su despoblación por sus graves efectos en las poblaciones donde se instalan (agua del grifo contaminada por nitratos, malos olores, aumento de moscas…). Según un estudio, 3 de cada 4 casos los municipios con ganadería industrial pierden más población o ganan menos que aquellos análogos que no albergan explotaciones industriales . (DESPOBLACIÓN)
En la ganadería industrial son prácticas legales las mutilaciones sin anestesia o mantener durante meses a animales en jaulas tan minúsculas que no pueden ni darse la vuelta. (BIENESTAR ANIMAL)
Por dichos impactos ambientales y sociales son cada vez más numerosas las voces discrepantes con este modelo industrial: comunidades vecinales como las más de 50 de toda España agrupadas en la Coordinadora Stop Ganadería Industrial, a las que se unen colectivos ecologistas y animalistas y también el sector de la ganadería extensiva.
De hecho, durante el primer Fin de Semana de Acción Contra la Ganadería Industrial, (15 al 17 de octubre de 2021), hubo movilizaciones en casi 70 localidades para mostrar el rechazo a la ganadería industrial.
Ante este clamor de la sociedad, cada vez más administraciones públicas se posicionan en contra. En Castilla La-Mancha se ha puesto en marcha la primera moratoria regional a la ganadería industrial de porcino, y muchas instituciones han aprobado mociones en contra de este modelo como las Diputaciones de Albacete, Ciudad Real y Granada o los Ayuntamientos de Pozuelo, Cenizate y Daimiel, entre otros muchos. Aunque a menudo se trata de esfuerzos insuficientes, suponen un gran primer paso que se puede y debe replicar de forma más ambiciosa en todo el territorio nacional.
El apoyo a una ganadería extensiva, ambientalmente sostenible y ecológica aparece en todas las estrategias climáticas y medioambientales tanto a nivel nacional como europeo recogidas en el Pacto Verde Europeo, incluyendo la Estrategia de la Granja a la Mesa y la Estrategia para la Biodiversidad 2030, con los que se busca reducir la huella ambiental de las actividades económicas y la mejora del bienestar de los animales, lo que choca con la expansión del modelo industrial ganadero.
Por todo ello, mediante la presente, las organizaciones abajo firmantes solicitamos:
• El establecimiento inmediato de una moratoria a la ganadería industrial de al menos cinco años: ni explotaciones nuevas ni ampliaciones de las existentes, paralizando los expedientes que están iniciados.
● Una evaluación estratégica del sector ganadero teniendo en cuenta el impacto acumulado de los diferentes modelos productivos.
● La reducción gradual de la cabaña ganadera en producción intensiva hasta alcanzar un 50% menos de la actual en 2030.
● La caracterización técnica y la diferenciación a nivel normativo y comercial de la ganadería extensiva a la industrial, para que haya un etiquetado claro y homogéneo que permita a quienes consumen identificar la procedencia y modelo de ganadería de todos los productos alimentarios de origen animal que adquieran.
● Una reunión conjunta con los cuatro Ministerios a los que se dirige la presente carta para abordar, con urgencia, la problemática social y ecológica expuesta.